El primer país que instituyó un día en el año para hacerle honor al árbol fue Suecia allá por el año 1840, cuando en esta Nación se tomó conciencia de la importancia que tienen los recursos arbóreos, de la necesidad de enseñarle a los niños acerca de estas plantas, y del cuidado que se les debe brindar y de practicar la conservación de los mismos.
Años después muchos ciudadanos suecos viajaron hacia Estados Unidos y llevaron con ellos la herencia cultural del día del árbol, lo que trajo como consecuencia que los estadounidenses en 1872 establecieran su día especial del árbol. A partir de allí comenzaron a establecerlo los otros países del continente y del mundo
¿Cuál es la importancia?
Un solo árbol es un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados (insectos, arácnidos), así como vertebrados (aves, reptiles y mamíferos), que encuentran en él su alimento, por medio de las hojas, yemas, brotes o frutos, y refugio. Sobre su corteza crecen hongos, líquenes y plantas parásitas, quienes se nutren de su savia, y epifitas (crecen sobre ellos, pero no les hacen daño), como las lianas, que los utilizan como punto de apoyo para acceder a las alturas donde abunda la luz. Entre las raíces abundan las larvas de los insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.
Los árboles regulan la temperatura, purifican el ambiente, oxigenan el aire contribuyen a regular las lluvias, protegen el suelo, albergan ecosistemas, proporcionan sombra, mejoran sectores erosionados, humedecen el ambiente, reducen el ruido, son capaces de atemperar el lugar, ya que provocan sensación de frescura y humedad, incluso deteniendo las heladas con su follaje; producen alimentos y múltiples recursos. Motivos suficientes para que en esta fecha se celebre un reconocimiento a los múltiples servicios que presta el árbol a la vida y a la actividad humana, además del puesto simbólico que ocupa en numerosas culturas tradicionales.
¿En Argentina?
En la República Argentina el principal impulsor de la actividad forestal fue Domingo Faustino Sarmiento (Presidente de la Nación de 1868 a 1874) que en un discurso subrayó: "El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable" y agrega: "La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Arboles! ¡Planten árboles!".
Treinta años después, el 29 de agosto de 1900, el Consejo Nacional de Educación, en base a la iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos, instituyó esta fecha, en celebración al "Día del Árbol", cuyo festejo se concretó a partir de 1901.
El Árbol Forestal argentino es el quebracho colorado chaqueño que no debe confundirse con la Flor Nacional que es el Ceibo. Otra fecha vinculada con el Día del Árbol es el Día Forestal Mundial, establecido desde 1971 por la FAO, el 21 de marzo.
Preservémoslos
Los bosques nativos son fundamentales para la protección de las cuencas hídricas de captación, para atenuar el impacto de las gotas de lluvia y la nieve, para reducir los efectos de la escorrentía, para disminuir la erosión hídrica y eólica, para generar y regenerar suelo, para aumentar la infiltración y la alimentación de acuíferos, para conservar la humedad relativa de los suelos y de la atmósfera superficial, para regularizar el flujo hídrico durante los distintos meses del año, para conservar altos valores de biodiversidad, y para aumentar la resistencia ambiental al cambio climático y otros disturbios. Contribuyen además a la estabilidad meteorológica y climática, y a mantener recursos paisajísticos y ambientales de interés turístico. Todas estas funciones están intrínsecamente unidas a la supervivencia del ser humano y por extensión a la supervivencia misma de los ecosistemas.
En este sentido, el Día del Árbol puede ser la excusa para reflexionar cómo la vida moderna nos ha llevado a olvidarnos de que sólo somos parte de un ecosistema mayor, a recuperar esa unión sagrada con todos los seres de la naturaleza y a tener una conducta más respetuosa con nuestro entorno.
Científicos de todo el mundo vienen alertando a la humanidad sobre las consecuencias negativas de la tala indiscriminada de los bosques, y las dimensiones del problema son tan alarmantes que la educación no lo puede obviar.
El 24 de agosto de 1899 nació Jorge Luis Borges, el reconocido escritor argentino, y por eso en esa fecha se celebra en nuestro país el Día del Lector.
Como hay tanta magia y sabiduría volcada en su prosa, decidimos recordar a Borges con un listado de sus mejores frases.
Las frases más sabias del escritor:
“He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz”.
“He pensado alguna vez que, quizás una persona que esté enamorada vea a la otra como Dios la ve, es decir, la ve del mejor modo posible. Uno está enamorado cuando se da cuenta de que la otra persona es única”.
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.
“Todos caminamos hacia el anonimato, sólo que los mediocres llegan un poco antes”.
“Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos”.
“La duda es uno de los nombres de la inteligencia”.
“La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene”.
“Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece”. Te regalamos una poesía del autor:
Del 23 al 27 de agosto de 2021 se desarrolla la Semana de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas de todos los niveles y modalidades de sistema educativo de la provincia de Buenos Aires,en consonancia con la Ley Nacional N° 26.150
La Ley 26150 de Educación Sexual Integral establece el derecho de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada. Para esto, crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que coordina el diseño, la implementación y evaluación de la ESI en todas las jurisdicciones del país.
Este 23 de agosto se cumple un nuevo aniversario de uno de los actos más heroicos de nuestra historia y eslabón clave en la lucha independentista: la gesta del Éxodo Jujeño.
Hace 209 años, manteniendo su cuartel general en Jujuy, el General Manuel Belgrano tras recibir la comunicación que el enemigo español avanzaba con fuerzas superiores en número y armamento, impartía la orden de retirada total. El Triunvirato le ordenaba replegarse hasta Córdoba, previo paso por Tucumán, y el general, pese a no estar de acuerdo totalmente, cumplió la orden y, con una visión integral de las acciones de guerra que se estaban llevando a cabo, decide dejar Jujuy como "tierra arrasada" para debilitar el avance realista.
Así fue como el pueblo jujeño acató la orden que especificaba su movilización hacia Tucumán y el levantamiento de todo lo que fuera de utilidad de la zona. Abandonando todas sus pertenencias, se quemó todo lo que no era transportable, las casas fueron destruidas, los cultivos cosechados o quemados, se cegaron los pozos de agua, inhabilitando cualquier bien o recurso al enemigo que pudiera serle útil para recuperar el estado de sus hombres y ganado. Este hecho le produjo al enemigo un desgaste logístico que se hizo sentir sobre sus fracciones, y que fue incrementándose a medida que se adentraban en el territorio. Sumado a esto la acción de la retaguardia de combate a cargo del general Eustaquio Diaz Vélez que días después vence a una avanzada realista en el combate de Río de las Piedras el 3 de septiembre.
No sólo se destaca en los sucesos de nuestra historia esta sacrificada hazaña del pueblo jujeño, por abandonar sus casas, quemar sus cosechas y llevarse su ganado acatando una orden de tal índole, si no que también es interesante comprender el carácter y la firmeza que tuvo el general Manuel Belgrano para dar una orden de esas características. Finalmente, veinte días después, el ejército patriota vencería en Tucumán.
Cada año, se homenajea esta fecha en la provincia de Jujuy llevando a cabo una quema simbólica. En este acto se construyen chozas de madera y paja en el lecho del río Xibi Xibi, que luego son quemadas mientras la población se desplaza a pie y en carretas simulando la partida del pueblo que abandonó sus pertenencias y bienes en pos la libertad del pueblo argentino. El invalorable sacrificio de ese pueblo posibilitó el triunfo de las armas de la Patria.
Desde el año 1960 se conmemora el 22 de agosto como el día mundial del Folklore.
La palabra Folklore fue utilizada por primera vez por el arqueólogo inglés William John Thoms el 22 de agosto de 1846 en la revista londinense "Athenaeum". La palabra está compuesta por dos voces inglesas "Folk" (pueblo) y "lore" (saber, ciencia), para definir al saber popular, los conocimientos, usos, costumbres, leyendas, supersticiones, música, danza, canciones, mitos, dichos, refranes, coplas y cantares transmitidos de generación en generación; en definitiva, lo que se transmite de boca en boca, que trasciende, se incorpora a nuestras costumbres y desconoce toda autoría.
Muchos fueron los términos que intentaron reemplazar a la palabra Folklore, todas buscando castellanizar el término: "saber del pueblo", "demosofía", "tradición", etc. Sin embargo, ninguno de ellos prosperó. Su consagración oficial se logró en 1878 con la fundación de la Folk-lore Society, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico que define al Folklore como ciencia y elabora su programa.
Hacia 1887, el inglés Houme, uno de los fundadores de la sociedad, define al Folklore como: "Ciencia que se ocupa de la supervivencia de las creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos".
Actualmente su término se vincula al de Patrimonio Cultural (tangible e intangible), lo cual habilita a la expansión del término.
Por otro lado, se conmemora el Día del Folklore Argentino, en honor al nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti, acaso el primer estudioso del folklore nacional.
Nacido en la localidad entrerriana de Gualeguay en 1865, y formado en la Universidad de Buenos Aires, fue etnógrafo y naturalista. Con Salvador Debenedetti, su discípulo, fueron pioneros en el estudio de la ciencia arqueológica y en sentar las bases de la etnografía en la Argentina, al punto que se los considera iniciadores del desarrollo de la antropología social nacional.
El Día del Niño se hizo popular internacionalmente junto con la creación de los Derechos del Niño. La Organización de las Naciones Unidas impuso esta celebración el 20 de noviembre. Sin embargo, por una iniciativa de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, terminaría festejándose en agosto en nuestro país.
Los únicos privilegiados son los niños
La frase escapa a los líderes políticos o humanistas que la hayan pronunciado y es ya un lema de toda la humanidad. Los niños primero, claro. Pero no siempre fue así. Y no siempre es así.
Hubo tiempos en que los niños no sólo no tenían derechos declarados. Sino que morían y eran asesinados en cualquier combate humano de las muchas guerras que el mundo tuvo durante el siglo XX. Y antes también, claro.
El desastre ocurrido durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en tierras europeas nada menos, hizo que las naciones tomaran conciencia de las víctimas civiles indiscriminadas y crearan La Liga de las Naciones.
La Liga de las Naciones, generando conciencia a partir de los niños muertos en la Primera Guerra Mundial, en 1924 aprobó la Primera Declaración sobre los Derechos de los Niños en Ginebra.
Durante la segunda semana de agosto, se festejala semana sanmartiniana: un momento para honrar y recordar al libertador que dejó su impronta en varios países de latinoamérica.
El 17 de Agosto se conmemora la muerte del General Don José de San Martín. Gran inspirador en la lucha por la independiencia de los pueblos de Sudamérica, organizó el regimiento de granaderos a caballo con el que cruzó la cordillera de Los Andes. Entre las batallas que se le cuentan para librar a los pueblos de Sudamérica están San Lorenzo, Chacabuco y Maipú.
Vida de José de San Martín
José Francisco de San Martín, más conocido como el Libertador, fue un militar argentino que desempeñó un papel crucial en la independencia de Argentina, Chile y Perú del Imperio Español.
Nacido en Yapeyú, hoy San Martín, se trasladaría desde joven a España junto a su familia, lugar en el que comenzaría su educación militar.
Con esa experiencia a sus espaldas llegó a Buenos Aires en 1812, momento en el que se le nombró encargado de la formación del regimiento de granaderos y posteriormente responsable de la jefatura del ejército del Norte.
En 1814 mandaría una carta al Presidente del Consejo de Estado para solicitar su apoyo en una campaña que tenía intención de iniciar. Su misión era salir de Mendoza y pasar a Chile y así terminar en Perú.
En abril de 1814 Fernando VII quiso recuperar el poder en las antiguas colonias, por este motivo envió tropas a Chile para poder sofocar la revolución. Allí, los patriotas chilenos fueron vencidos en la batalla de Rancagua, huyendo muchos de ellos sin más remedio a Mendoza.
Aunque la guerra contra los realistas ya se había originado en muchos puntos, lo cierto es que no se había declarado la independencia de Argentina, algo que San Martín solucionó en 1816 reclamándola, así el Congreso de Tucumán declararía la Independencia del país.
A partir de ese momento San Martín se obsesionaría con la idea de organizar un ejército capaz de invadir Chile a través de los Andes. Esto supuso la mayor hazaña militar de esta parte del mundo hasta el momento conocida. Así en 1817 derrotaría finalmente al ejército realista y se establecería la independencia en Chile.
Tras la independencia de Chile vino la independencia de Perú en 1821, y tras esto se reunió con Bolívar para tratar conjuntamente el futuro de Sudamérica. No obstante, ante las diferencias ideológicas, decidió retirarse de este proyecto y de la vida pública. Viajaría a Europa en 1824 y cuando en 1829 decidió volver a Buenos Aires pero no llegó a desembarcar. Conociendo como estaba la situación de las luchas internas en su continente decidió volver a Francia y afincarse allí.
Marcha de San Lorenzo
La Marcha San Lorenzo es una marcha militar argentina compuesta musicalmente en 1901 por el músico uruguayo Cayetano Alberto Silva, y con letra escrita en 1907 por el mendocino Carlos Javier Benielli, que honra el combate de San Lorenzo, en el que se enfrentaron las tropas del coronel de Granaderos José de San Martín y tropas realistas.
La marcha San Lorenzo relata lo que sucedió el 3 de febrero de 1813 en una zona casi desértica cercana al Convento de San Carlos Borromeo, a unos treinta kilómetros de la Ciudad santafecina de Rosario. Comienza con la salida del sol y culmina con la muerte del granadero Juan Bautista Cabral, al que llama soldado heroico.
El 9 de agosto se celebra el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas. La fecha, promulgada por la ONU en 1994, recuerda el día en que se reunió por primera vez la Junta de Trabajo destinada a solucionar las cuestiones relacionadas con estas poblaciones en materia de la educación, salud, derechos humanos y ambiente.
La riqueza de la cultura aborigen es inmensa y milenaria: en América, los incas, mayas y aztecas habían desarrollado su conocimiento a grados tales de complejidad que, en muchos aspectos, éste era más avanzado que el de los europeos para la misma época.
Si bien se habla indistintamente de “aborígenes”, debemos tener en cuenta que estos pueblos están formados por más de 350.000.000 de personas alrededor del mundo. Por ende, se trata de comunidades muy distintas entre sí, con una lengua, culturas y tradiciones propias.
La Educación Especial es la modalidad del Sistema Educativo destinada a asegurar el derecho a la Educación de las personas con discapacidad. La fecha deriva del Aniversario de la creación de la Dirección de Educación Especial, que tuvo lugar el 9 de agosto de 1949.
La modalidad, se sitúa hoy en una nueva dimensión, deja de centrar la mirada en el déficit de los sujetos, poniendo énfasis en sus capacidades y las respuestas educativas, construyendo una educación inclusiva.
La modalidad de Educación Especial, establecida en la Ley de Educación Nacional, que fuera sancionada allá por 2006, propone asegurar el derecho a la educación en todos los niveles y modalidades a las personas discapacitadas, al garantizarles un conjunto de servicios en escuelas especiales y comunes, desde la primera infancia hasta la edad adulta.
Como alguna vez sostuviera Paulo Freire, «la educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor», con lo cual, en Argentina, la Educación Especial se encuentra orientada por el principio de inclusión educativa, y brinda atención educativa en casos específicos que no pueden ser abordados por la educación común.