En el histórico Congreso de Tucumán, el día 9 de Julio de 1816, en la casa de Francisca Bazán de Laguna en la ciudad de San Miguel de Tucumán, se firmó el Acta de Independencia que rompía los lazos de subordinación al gobierno español. En aquel documento se encontraban comprendidos los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Para aquel momento, España había logrado expulsar a los franceses y el rey Fernando VII fue repuesto en el trono. El monarca estaba dispuesto a recuperar los territorios americanos que estaban en manos de los patriotas.
Sus ejércitos, habían comenzado a avanzar por toda la región derrotando a una parte de los movimientos independentistas americanos. Ante esta situación, las Provincias Unidas decidieron reunirse en el Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica, para decidir cómo enfrentar el peligro realista enviando cada una un diputado.
El Congreso inició sesiones el 24 de Marzo de 1816, encontrándose presentes 33 de los 34 diputados elegidos. Uno de los primeros temas que se debatieron fueron la asignación de recursos para el ejército Libertador comandado por San Martín, la acuñación de una moneda, la demarcación de un límite provincial y la organización del ejército.
Así fue que después de encendidos debates, todos los representantes llegaron a un acuerdo que derivó en la firma del Acta el 9 de Julio de 1816. Aquel día, Narciso Laprida realizaría la recordada pregunta: ¿Queréis que las provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?
Todos los presentes votaron afirmativamente y a continuación se labró el Acta de Emancipación.